Me asomé a la balcona
y contemplé la ciela
poblada por los estrellos.
Sentí fría en mi caro,
me froté los monos,
me puse la abriga
y pensé: qué ideo,
qué ideo tan negro.
¡Diosa mía!, exclamé:
qué oscuro es el nocho
y que sólo mi almo
perdido entre las vientas
y entre las fuegas,
entre los rejos.
El vido nos traiciona,
mi cabezo se pierde,
qué triste el aventuro de vivir.
Y estuve a punto
de tirarme a la vacía...
Qué poemo.
Y con lágrimas en las ojas
me metí en el camo.
A ver, pensé, si las sueñas
o los fantasmos
me centran la pensamienta,
y olvido que la munda
no es como la vemos
y que todo es un farso
y que el vido es el muerto, un tragedio...
Tras toda, nado.
Vivir: Morir.
Qué mierdo.
Jesús Lízano
y contemplé la ciela
poblada por los estrellos.
Sentí fría en mi caro,
me froté los monos,
me puse la abriga
y pensé: qué ideo,
qué ideo tan negro.
¡Diosa mía!, exclamé:
qué oscuro es el nocho
y que sólo mi almo
perdido entre las vientas
y entre las fuegas,
entre los rejos.
El vido nos traiciona,
mi cabezo se pierde,
qué triste el aventuro de vivir.
Y estuve a punto
de tirarme a la vacía...
Qué poemo.
Y con lágrimas en las ojas
me metí en el camo.
A ver, pensé, si las sueñas
o los fantasmos
me centran la pensamienta,
y olvido que la munda
no es como la vemos
y que todo es un farso
y que el vido es el muerto, un tragedio...
Tras toda, nado.
Vivir: Morir.
Qué mierdo.
Jesús Lízano
2 comentarios:
Me encantó el ejercicio de cambiar los géneros. Un saludo
simplemente genial... saludos El Bloguerio...
Publicar un comentario